MARIO BOETA BLANCO Y YO: INICIOS DE LA RADIODIFUSIÓN EN CARMEN
Primera entrega.
Por Humberto MUÑOZ LARA
Mario Boeta Blanco y yo fuimos entrañables amigos desde que nos conocimos a pocos años de mi arribo a Ciudad del Carmen, allá por los años 1947. Siendo gobernador del estado el Dr. Alberto Trueba Urbina, Mario y un servidor fuimos invitados para formar parte del programa que traía ese gobierno bajo el nombre de “Campeche Nuevo”. Un programa que consistía en ganarles terrenos al mar para hacer allí una nueva ciudad. Nuestra participación consistía en la organización de actividades cívicas, culturales y sociales. Días después se sumaron a nosotros otros amigos, entre ellos Jorge Rosiñol Novelo –que acababa de terminar su carrera de marino en la Escuela Naval del puerto de Veracruz–; José Fletcher Puch, José del Carmen Vidal y Darwin Ramírez Pavón, entre otros. Este fue un trabajo que logró grandes éxitos y el reconocimiento del propio gobierno.
Años después, con la creación de la Cámara Junior, esa amistad se acercó más y ahí con la participación de otros amigos, entre ellos el químico Francisco Herrera Cervera, Jorge Lara Repetto, Rubén Sélem Sálum, Jorge Carrillo, Álvaro Rosiñol Novelo, Francisco Arcovedo Peniche, Alberto Calderón Osuna, Orlando Vadillo Lliteras, Fernando Worbis y otros más, todos llenos de juventud e inquietudes, nos pusimos a trabajar para dar a Carmen algunas cosas buenas y lo logramos. Pusimos en marcha el programa que a nivel nacional realizaban todas las Cámaras Junior del país como fue el “Banco de leche”, un programa que surgió para beneficio de los niños recién nacidos hasta tener un año de vida que es cuando muchos niños pierden la vida por falta del alimento lácteo. Fueron muchos los niños que recibieron estos beneficios. Otro más fue la organización de las fiestas de carnaval, las fiestas de julio en honor de La Virgen del Carmen, y otra más también muy importante: los Juegos Florales Nacionales organizados por la Cámara Junior con los auspicios del Gobierno Municipal presidido por don Jorge García Sánchez.
Todas estas actividades y otras más en las que estuvimos presentes Mario Boeta y un servidor, hizo que esa amistad creciera. Y fue así como un día en una plática de café, yo le dije a Mario que “a Ciudad del Carmen hay que darle una radiodifusora. Le indiqué que por varios años el auditorio de Carmen había escuchado siempre la Radiodifusora XEW, la Voz de la América Latina desde México, que operaba en la capital del país; luego nos llegó la radiodifusora de la ciudad de Tampico; posteriormente la XEVA de Villahermosa, Tabasco. Ya le toca a Carmen”, le dije.
Me escuchó y platicamos mucho sobre esta aspiración, pensando entonces que la adquisición de una concesión para instalar una radiodifusora fuera cuestión de trámites, pero no fue así. Semanas después viajamos los dos a la Ciudad de México y pudimos confirmar que era muy difícil lograr nuestro propósito, pues se requería de relaciones y mucho dinero. Desde entonces en la Ciudad de México existía ya una verdadera corrupción respecto a estas concesiones. Angustiados y desconsolados regresamos al Carmen dejando atrás nuestras inquietudes y aspiraciones.
Pasaron cuatro años más, y un día en la ciudad de México y en el marco de una comida en conocido restaurante en el que participaron el Lic. Sergio Fajardo Ortiz, asesor Jurídico de Radio Cadena Nacional, que eran precisamente las iniciales de su gerente general y propietario, Rafael Cutberto Navarro, y el señor Rafael Fonz, una persona nacida en Ciudad del Carmen, pera ya radicado en la Ciudad de México. Entre otras cosas, el Lic. Fajardo le expresó que en Ciudad del Carmen ninguna persona se había interesado por establecer una radiodifusora. Que la empresa RCN tenía cerca de cuatro años con una concesión y nadie se había interesado por ella. El Lic. Fonz escuchó las palabras del Lic. Fajardo y, por la noche de ese mismo día, le llamó a Mario telefónicamente lo que se había platicado respecto a esta concesión. Al día siguiente Mario me encontró y con mucho entusiasmo me dio a conocer lo platicado con el amigo Rafael.
Una semana después Mario hizo viaje a la ciudad de México. Se entrevistó primero con el Lic. Fajardo y posteriormente con don Rafael Cutberto Navarro. En esa plática éste hablaba de formar una sociedad para instalar una radiodifusora en Ciudad del Carmen, pero en la parte final se concretó la compraventa de la concesión y creo que dos semanas después, Mario regresó a México para firmar ante un notario público las escrituras de esa operación.